En el gobierno se ha impuesto la tesis de que el indulto general promovido por la Iglesia debe ser restrictivo. En caso contrario, podría ser una mala señal contra la delincuencia. Ese criterio dejaría fuera a casos de DD.HH.
por J. M. Wilson - 29/06/2010 - 08:26
Aunque a La Moneda aún no llega la propuesta de la Conferencia Episcopal para conceder un indulto general por el Bicentenario, en el Ejecutivo ven como lejana la posibilidad de beneficiar por esa vía a condenados por delitos graves, como hechos de sangre o de alta connotación social.
Ese criterio, según admiten en Palacio, dejaría automáticamente afuera del beneficio promovido por la Iglesia a los involucrados en causas de DD.HH. Los ex uniformados, en su gran mayoría, están sentenciados por homicidio y secuestro.
Además de las repercusiones políticas y en la opinión pública que podría tener una decisión de esa naturaleza, el problema del gobierno es que si extiende el indulto general a un ex militar vinculado a un hecho de sangre, la misma medida podría favorecer a civiles presos por crímenes de la misma tipificación.
Altos funcionarios del Ejecutivo creen que el indulto será de carácter "restrictivo". De lo contrario -explican en el gobierno- podría darse una mala señal en el combate a la delincuencia, al existir pocas chances de establecer diferencias entre culpables de violaciones a los DD.HH. y condenados por un homicidio sin connotación política.
Sin embargo, la inclinación del gobierno a no incluir casos graves iría en contra de la postura mayoritaria de parlamentarios oficialistas que -con motivo del Bicentenario y en un gesto de unidad- piden que se conceda algún tipo beneficio carcelario a ex uniformados, que cumplían órdenes, que no tuvieron participación reiterada en delitos o no estuvieron directamente involucrados.
Durante el fin de semana, el tema fue abordado por el Presidente Sebastián Piñera con los senadores oficialistas Andrés Chadwick, Pablo Longueira, Andrés Allamand y Alberto Espina, quienes fueron invitados a pasar unos días en el Palacio de Cerro Castillo.
Espina -quien declinó opinar de sus conversaciones con el Presidente- tomó distancia de dirigentes de RN y la UDI que pidieron a La Moneda extender el beneficio a ex militares.
El senador RN dijo que el indulto Bicentenario debería ir dirigido a quienes cometieron hechos menores y "bajo ningún concepto delitos graves, que son aquellos como homicidios, secuestros o abusos sexuales".
"Pensar en darles indulto a personas que han cometido delitos graves es una señal profundamente equivocada, porque el gobierno está dando una durísima lucha contra la delincuencia", agregó.
Entre otros criterios necesarios para acceder al beneficio, Espina propuso que deberían ser reos con enfermedades terminales y que tengan una edad avanzada. "De haber un indulto tiene que hacerse sobre la base de criterios básicos, basados en el principio de humanidad", dijo.
Otras voces en el oficialismo creen que para el caso de ex militares, se podría materializar algún beneficio, gracias a la facultad presidencial que establece la Constitución de conceder indultos particulares, es decir, "caso a caso".
Consultado ayer el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, dijo que "no le corresponde a la Conferencia Episcopal determinar a quiénes, cómo y las modalidades (del indulto), porque eso forma parte del ordenamiento civil. Nos interesa que en la celebración del Bicentenario el país tenga un signo de reconciliación y misericordia".
El prelado agregó que "este indulto no puede tener restricciones particulares", salvo las que establezca la legislación.
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